La deuda pública en España. La evolución de un problema.

Llevamos muchos años oyendo la palabra “deuda pública” ya sea por parte de políticos que prometen, juran y perjuran que no resulta un problema o en medios de comunicación donde es tema de actualidad. ¿pero qué es realmente la deuda pública? 

La deuda publica no es más que la acumulación de déficit presupuestario que año tras año registra la contabilidad nacional española, dicho de otra forma, es el montante total que le debemos a nuestros acreedores por el dinero que nos prestan. ¿Resulta la deuda un problema para España?

Podríamos decir que es el gran problema económico de nuestro país. España ha sido desde hace muchísimos años una economía deudora, no viene la situación que tenemos de la crisis, esta solo ha acentuado el problema que ya teníamos. El problema de la deuda en nuestro país es estructural, desde 1980 en solo dos años la deuda (en millones de euros) fue inferior al año anterior, en 2003 y 2006, para el resto de años la deuda ha estado aumentando consecutivamente hasta que tras la crisis comenzó a subir exponencialmente. 

Como hemos dicho anteriormente, la deuda es la acumulación de déficit, por lo tanto, conviene preguntarnos cómo ha sido la evolución de déficit en España. En nuestro país desde 1980 solo hemos tenido tres años superávit presupuestario (más ingreso que gasto), en el resto de años España gasta más de lo que ingresa. Por tanto estos datos resultan alarmantes para la economía. 

Vista la evolución de la deuda y del déficit en nuestro país toca preguntarnos si ese es el camino a seguir, y como todo en la vida, habrá opiniones para todos los gustos, desde que hay que ahorrar para pagar la deuda hasta que lo de la deuda es una quimera y no es importante pagarla. Lo que si está claro es que todo lo que gastemos de más hoy, se tendrá que pagar mañana, que lo que hacemos con ese tipo de políticas de gasto es hipotecar el futuro de nuestros jóvenes que tendrán que pagar los excesos del presente y vivirán con una deuda que nos les pertenece. 

España debe hacer un cambio en sus políticas de gasto, con la deuda que tenemos actualmente no tenemos capacidad para aguantar otra crisis, no tenemos la capacidad de “endeudamiento” que sí tuvimos en el pasado. 

Este cambio no resultará fácil y menos en un país acostumbrado a un gasto excesivo, pero si queremos mirar a un futuro de oportunidades, no nos queda otra que cambiar de rumbo en el presente. 

Economía Circular como solución al problema medio ambiental.

Llevamos tiempo oyendo como se nos alerta sobre el cambio climático y de las causas que este tiene. Ante esta alerta mucha gente ha reaccionado pero mucha otra hace caso omiso al aviso, cada uno que piense lo que quiera, pero la verdad esta muy presente y es visible. 

El cambio climático existe, aunque haya negacionistas que lo desmientan, es una realidad. 

Para combatir este cambio los humanos debemos ser conscientes y llevar a cabo medidas que hagan de nuestro mundo un planeta más sostenible pero sin perder el nivel de vida que tenemos, para ello hay que llevar a cabo una transición que, como bien dice en su definición, “es la acción y efecto de pasar de un estado a otro distinto. El concepto implica un cambio en un modo de ser o estar. Por lo general se entiende como un proceso con una cierta extensión en el tiempo”. Es una proceso que lleva su tiempo, no queramos cambiar los hábitos de los últimos 50-60 años en dos días. 

Para lograr este cambio la economía tiene que ser un actor principal de él. Muchos critican al “capitalismo” y al “consumismo” y no voy a ser yo quien diga que no tienen parte de la culpa, pero sí que es verdad que otros modelos económicos que se erigen como los salvadores no han hecho nada diferente. 

Pero ya entrando en el tema económico, ¿Qué puede hacer la economía para iniciar esta transición? 

La manera de ir avanzando en esta situación la dividiría en dos partes, la pública y la privada. 

La gestión pública podría abogar por introducir medidas que protegiesen el medio ambiente de la siguiente manera: 

  1. Las concesiones públicas tuviesen unos cánones ecológicos que cumplir, como el uso de medio de transporte eléctrico o el fomento de la re-utilización de los desechos. 
  2. Beneficios fiscales a aquellas empresas que utilicen como fuentes de energía las renovables. 
  3. Inculcar desde la enseñanza un uso adecuado de los recursos naturales, a los jóvenes, dicho de otra manera crear una conciencia medio ambiental a las próximas generaciones. 

Por su parte los entes privados pueden llevar a cabo medidas desde el punto de vista empresarial y personal. Como individuos podemos utilizar menos plásticos, por ejemplo, llevar bolsas re-utilizables a la compra; el uso del transporte público y evitar el despilfarro materias primas, por ejemplo del agua. En cuanto a empresas, pueden desarrollar políticas de uso de fuentes de energía renovable, la re-utilización de recursos propios y generar externalidades positivas a nuestro planeta. 

Todas estas medidas se pueden llevar a cabo apostando por la economía circular y el impulso de una economía medio ambiental, esto puede generar a su vez un impacto positivo en la economía, creando nuevos empleos y la aparición de nuevas empresas en lo que podemos denominar “el mercado verde”, empresas y puestos de trabajo destinados a la gestión y tratado de residuos para volver a darles uso. 

Los gobiernos deben trabajar en fomentar medidas para la economía circular, pero la solución no esta solo en la mano de los políticos, también en la nuestra, nosotros como individuos podemos poner nuestro granito de arena para hacer de nuestro planeta un lugar mejor en el que vivir. 

La Comunidad de Madrid, un espacio de libertad económica en España.

La Comunidad de Madrid es una de las 17 comunidades autónomas de España, en ella se sitúa Madrid, la capital de país. Esta región es una de las más prósperas, y no lo es solo por la ventaja de poseer la capital del Estado o por su situación geográfica, lo es por las políticas económicas llevadas a cabo en los últimos años, Madrid es un espacio de libertad dentro de España. 

Económicamente Madrid es una de las comunidades autónomas que más ha crecido en las últimas décadas, para este año se espera un crecimiento superior a la media del país (2,2%), crecerá un (3,1%), según un estudio del BBVA Research. En 2018, se situó como el 2º PIB más alto de España, tan solo por detrás de Cataluña. A su vez, fue la comunidad con el PIBpc más alto (34.916€, para datos de 2018), es la 2º comunidad en el ranking de Doing Business y la 3º con menos porcentaje de deuda sobre su PIB (14,80%, para datos de 2018), etc.

Tras analizar estos datos, toca preguntarnos, ¿Qué políticas económicas han llevado a cabo?

Según el Indice Autonómico de Competitividad Fiscal, Madrid se sitúa como el segundo sistema fiscal más competitivo de España. Una fiscalidad atractiva atrae empresas para que inviertan en la zona, a su vez, aumenta el consumo y fomenta el emprendimiento. Estas y muchas otras claves (como la simplificación administrativa)  tienen consecuencia directa en la generación de más puestos de trabajo y de que las rentas crezcan. 

El crecimiento de la economía madrileña tiene como razón de ser las políticas económicas liberales llevadas a cabo en la comunidad. Madrid lleva años bajándole impuestos a los contribuyentes y para los próximos años han anunciado que lo seguirán haciendo, bajando el tramo autonómico de IRPF, bonificando más supuestos de patrimonio o de sucesiones.

Socialmente estas políticas económicas han hecho de Madrid la comunidad española con el mayor IDH (0.922), la que más esperanza de vida se tiene al nacer (84,02 años) y es una de las que menos riesgo de pobreza tiene.

Las políticas económicas de la comunidad de Madrid deberían ser un ejemplo a seguir para el resto de regiones de España, un ejemplo de cómo menos impuestos incentiva la economía y hace que una zona prospere tanto económica como socialmente. 

En España no necesita un Madrid para prosperar, necesita 17. El resto de comunidades deberían tomar nota de las recetas económicas y aplicarlas en sus respectivos territorios. Esa es la forma de que nuestro país sea un referente mundial y se convierta en una nación de oportunidades. 

¿Es la educación financiera necesaria en el sistema educativo español?

Claramente sí. El sistema educativo español necesita encarecidamente una asignatura como “Educación Financiera”, una asignatura que proporcione a los alumnos unas nociones económicas básicas, que necesitarán de cara al futuro y que les serán útiles en su día a día.  

Por lo general, en España los hijos de familias de mayor renta poseen más conocimientos sobre finanzas que los primogénitos de las familias con menor poder adquisitivo. Este hecho se da ya que en las familias con mayor poder adquisitivo, los padres tienen un mayor conocimiento sobre esta materia para enseñar a sus hijos, por el contrario de lo que pasa con los padres de familias con rentas más bajas. 

Un estudio del Banco de España, ha demostrado que impartiendo educación financiera, los estudiantes que la recibieron sufrieron un cambio en sus actitudes en torno al ahorro, o a la inversión. Este mismo estudio, demostró que el cambio más sustancial se dio en los hijos de familias más pobres, puesto que los hijos de las familias más ricas ya poseían ciertos conocimientos sobre la materia. 

Estos conocimientos servirían para que los estudiantes supiesen como funciona el dinero, es decir, para que el valor del dinero sea el mismo en la actualidad que en el futuro hay ponerlo a trabajar para sacarle una rentabilidad, ya que la inflación hace que el dinero pierda valor con el tiempo. No valen lo mismo 100€ de hoy que 100€ de dentro de 5 años. Esos 100€ de los que estamos hablando deberían ser invertidos para que “como mínimo” dentro de los 5 años tengan el mismo valor, es decir, que la rentabilidad fuese igual a la inflación del periodo citado.  

La educación financiera debería ser introducida como asignatura en el sistema educativo español, pero debería hacerse de una manera optativa para que sean los padres quienes elijan si quieren que sus hijos la cursen o no, eso es la “libertad de elección”. Los padres son quienes tienen que elegir la formación de sus hijos, pero ese es otro tema que aquí no viene a cuento desarrollar. 

En conclusión, la “educación financiera” es una asignatura que debería ofertarse, que ayudaría mucho a los estudiantes españoles y qué serviría para hacer de la sociedad del futuro, una sociedad financieramente más preparada. 

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