La importancia del ahorro.

Hace una semana mi profesor de Economía Española, Rubén Martinez Alpañez, escribió un artículo en el que explicaba la importancia del ahorro, un artículo, que por cierto, a todos os recomiendo. Tras comentarlo con él, me animó a escribir sobre el tema, y allá voy, a intentar explicar de modo sencillo el por qué de la importancia del ahorro. 

Es una pena que una ley económica tan básica como que a más ahorro hay más capacidad para la inversión sea tan difícil de entender. Los ahorros se canalizan en forma de inversión generando beneficios tanto a quienes poseen los ahorros (ya que les generan rentabilidad) como a quienes los reciben, que pueden utilizarlo para aumentar y mejorar el capital físico o mejorar la capacidad productiva de sus negocios o inversiones. En gran medida y personalmente, creo que nos resulta difícil entenderlo por falta de asignaturas como la “educación financiera” en nuestro sistema educativo, como ya lo traté en el primer articulo que escribí en este blog.  

Hecha esta reflexión, deberíamos plantearnos como fomentar el ahorro. En el caso de nuestro país debe ser a través de un gran cambio en su fiscalidad. En España se grava el ahorro y la inversión. Para atraer inversión e incentivar el ahorro, nuestro sistema impositivo debe propiciar y fomentar con impuestos bajos estas transacciones y actividades económicas. Sea el ejemplo de lo que no se debe hacer los nuevos impuestos que propone el gobierno nacional, la tasa Google y la tasa Tobin, con estas tasas no hacemos más que ahuyentar la inversión y la transferencia de capitales. En cuanto a la dirección económica que estamos tomando en esta crisis, decir que vamos en la dirección opuesta a nuestros homólogos europeos, mientras ellos bajan impuestos, fomentado así el ahorro y la inversión, en España se hace lo contrario, se suben, de esta manera lo único que se va a conseguir es desacelerar aún más la recuperación. Debemos avanzar hacia un estado menos confiscatorio y más libre, un Estado que garantice la libertad económica y la libre competencia. 

Otra cuestión relevante que Rubén Martinez trata en su artículo es el tema del gasto, cómo se destina y sus efectos. Podríamos describirlo en un titular “Se gasta mal y se gasta donde no toca”, directo y conciso. Este es otro de los grandes problemas de nuestro país, el dinero público se gestiona de la peor manera posible, se invierte en planes sin rentabilidad o innecesarios y se comete el error de gastar de más, creyendo que a más gasto todo va a ir mejor, cuando es totalmente incierto, los beneficios marginales que obtenemos del gasto público, al igual que en otras variables como la productividad, llega un punto que aunque se aumente en 1€ más el gasto, los beneficios recibidos no crecen, sino que llegan a su máximo y comienzan a decrecer. 

Sea como fuere, llevamos años de políticas económicas erróneas, y a eso le añadimos que las políticas monetarias del BCE no ayudan, para entenderlo recomiendo un libro de Daniel Lacalle, ”La Gran trampa», donde explica perfectamente que tipo de políticas se están llevando a cabo y los efectos que tienen si se siguen llevando a cabo en el tiempo. 

Dicho todo esto, espero haber ayudado a explicar de una manera sencilla y clara la importancia que tiene el ahorro, las medidas que deben llevarse para fomentarlo y la cuestión de por qué gastando más no se solucionan los problemas. 

En conclusión, son muchos los cambios que nuestro país necesita en materia económica, pero antes es mucho más importante que la gente entienda el por qué, quizás esta fue una de las razones que me llevó a crear y escribir este blog, meramente explicar la economía de una manera sencilla para quienes no son expertos de la materia entiendan las medidas que se llevan a cabo, sus efectos y consecuencias. 

La Reforma Laboral de 2012.

Mucho se habla de la reforma laboral llevada a cabo en 2012, sus defensores hablan de ella como una reforma moderna y necesaria, mientras que sus detractores la critican y piden derogarla, pero, ¿Qué cambios supone la reforma laboral llevada a cabo en 2012?

Esta reforma introdujo sensibles modificaciones en ámbitos como la regulación laboral (negociación colectiva y coste de despido). Se pueden sintetizar los aspectos fundamentales en los siguientes: 

  1. Estructura de negociación colectiva. 

En el estatuto de los trabajadores de 1980 se aprobó la negociación colectiva de nivel intermedio, se pactaban los convenios por sectores. En cuanto a los sindicatos, estos apenas representan al 20% de los trabajadores al no haber incentivos para afiliarse ya que estos cubren los intereses de los no afiliados. Aun así han gozado de una notable fuerza negociadora. 

La reforma de 2012 introdujo cambios en la negociación colectiva con el objetivo de aumentar la flexibilidad interna y reducir la rigidez de salarios. Facilitó la descentralización de la negociación al otorgar fuerza los convenios de empresa.

B. Regulación del despido. 

En España estaba vigente una regulación por despido muy rigurosa, con muchas restricciones y un coste total superior al de la mayoría de países europeos. Esto ha provocado que las empresas apostasen por los contratos temporales, que se veían favorecidos por unos costes de finalización mínimos y gran permisividad en su uso. Este hecho derivó en el problema de la dualidad. Los trabajadores fijos aumentaron su seguridad en el empleo y reforzó su papel negociador. 

Las reformas anteriores a la de 2012 fueron modestas y solo actuaron ampliando y definiendo con mayor claridad las causas económicas y productivas que pueden justificar legalmente el despido y, redujeron sus costes de tramitación. 

No es hasta la Reforma de 2012 donde se introdujeron cambios importantes en las indemnizaciones a cobrar por el trabajador, facilitó el uso de despido por causas económicas, redujo la indemnización por despido improcedente y eliminó la necesidad de autorización administrativa para los expedientes de regulación de empleo. Estas medidas también simplificaron las dificultades legales del despido y, facilitaron la creación y destrucción de empleo. Los beneficios de esta medida se han visto en el aumento del empleo creado con la recuperación económica. 

C. Modalidades de contratación.  

A principio de los ochenta la lay laboral vigente tenia como principal problema el elevado coste de despido, lo que a su vez repercutía en la contratación. En la reforma de 1984 se flexibilizó las formas contractuales, apareciendo así el contrato temporal, el contrato en prácticas y el contrato de formación. Está reforma trajo consigo la dualidad y la excesiva temporalidad que llegó a alcanzar el 35%. La reforma de 2012 apenas llevó cambios sustanciales en este aspecto. Durante la crisis la tasa de temporalidad bajó pero tras la recuperación se han vuelto a alcanzar elevadas tasas. 

D. Intermediación del mercado de trabajo. 

La reforma con más calado en este aspecto fue la de 1994, que introdujo la posibilidad de que empresas privadas funcionasen como intermediarios en la colocación de trabajadores, terminando así con el monopolio del actual SEPE, que ha pasado a centrar su actividad en la gestión y control de prestaciones sociales.

En 1994 también se aprobaron las empresas de trabajo temporal y, en 2012 se aprobó que pudieran actuar como agencias de colocación en colaboración con el SEPE. 

E. Prestaciones por desempleo. 

En 1992 se reformó la regulación de prestaciones por desempleo que eran muy generosas en comparación con otros países. El fuerte gasto, el elevado número de parados y los efectos negativos que tienen estas ayudas en el proceso de búsqueda de empleo condujeron a restringir el acceso, la cuantía y la duración de las prestaciones. Esta reforma se completó con la exención del pago del IRPF por parte de los parados. En 2012, la reforma solo trajo la reducción de la prestación a partir del sexto mes, para equipararla con la media de los países europeos. 

F. Políticas activas de mercado de trabajo. 

 Las políticas activas de mercado de trabajo pueden ser políticas activas o pasivas, las activas incentivan la búsqueda de empleo y las pasivas paliar la pérdida de ingresos de los desempleados. 

En España el aumento del paro tras la crisis ha provocado que no se pueda destinar mucho dinero a este tipo de políticas. Estas políticas son muy importantes ya que forman y asesoran a los trabajadores y les facilitan su reinserción laboral. La reforma de 2012 no trajo consigo ningún cambió, en cambio, en 2014 sí se introdujeron una serie de medidas para potenciar estas políticas. 

En conclusión, la reforma de 2012 supone un cambio en profundidad del marco institucional del mercado de trabajo, orientado a flexibilizar el empleo, reducir rigidez de salarios, permitir la actuación de agencias privadas de colocación y reformar las políticas activas para mejorar la transición del paro al empleo. 

Caracterización del mercado de trabajo en España.

¿Cómo es el mercado de trabajo en España?, ¿Cuáles son sus rasgos más relevantes?, ¿Cómo ha sido su evolución en los últimos años?, ¿Cuáles son las características de los desempleados en nuestro país?. 

La evolución (1980-2018) de los indicadores nos permite destacar algunos rasgos relevantes: 

– Aumento de la población activa: aumento población en edad de trabajar, inclusión de la mujer en el mercado laboral y el aumento de la inmigración. Tras la crisis descenso de la población activa debido a la disminución de la tasa de actividad de los jóvenes 

– Elevado ritmos de creación y destrucción de empleo con carácter procíclico, cuando la economía va bien se crea mucho empleo, pero en épocas de crisis se destruye mucho. 

Hay que destacar los rasgos diferenciales del mercado de trabajo español respecto al resto de Europa. Su principal problema es la elevada tasa de paro. Comparándolo con la situación de los países de la UE, en España cuando hay época de bonanza el paro desciende más que la media europea, pero por contra en épocas de crisis aumenta por encima que el resto de sus países vecinos. 

En cuanto a la tasa de empleo, tras la crisis está por debajo de la media europea. 

La tasa de actividad para hombres y mujeres es similar a las europeas, la tasa de ocupación muestra una elevada temporalidad y un menor porcentaje de empleo a tiempo parcial. La crisis favoreció el descenso de la temporalidad pero tras la recuperación esta tasa ha vuelto a aumentar. El empleo parcial ha aumentado tras la flexibilización de este, a través de la reforma laboral de 2012. 

Características de la población desempleada: 

1. La tasa de desempleo juvenil dobla la tasa media de desempleo: esto se debe a las dificultades que tienen los jóvenes para acceder al mercado laboral. Antes de la crisis, la reducción de la natalidad y el aumento de los años de escolaridad favorecieron la reducción de esta tasa de desempleo, de todas formas esta tasa no disminuyó mucho. Tras la crisis aumentó por encima del 55% debido a que eran los jóvenes los que más contratos temporales tenían. En loa época de la recuperación se ha reducido esta tasa, pero aún sigue siendo muy elevada.

2. Mayor incidencia en el paro de las mujeres: hay que destacar que durante la crisis se acortaron diferencias con los hombres, ya que los sectores más afectados por la crisis fueron sectores donde los hombres trabajaban mayoritariamente.

3. Menor tasa de desempleo cuanto mayor es el nivel de estudios.

4. Distinta incidencia del paro según la nacionalidad: la tasa de paro de la población extranjera es mayor debido a problemas como el idioma, la cualificación, etc.

5. Diferencias entre CCAA en la tasa de desempleo: estas diferencias se deben al dinamismo económico regional. 

Los efectos del coronavirus en la economía española.

La propagación del coronavirus y sus efectos no son más que la antesala de la próxima crisis económica. Estamos hablando de una crisis mundial y que de algún modo está afectando a muchas de las principales economías del planeta. 

La cuestión en sí es conocer cómo se está combatiendo en nuestro país y los posibles efectos futuros que estos tendrán en nuestra economía.  

En primer lugar y lo más importante son las vidas, una vida vale más que cualquier cosa y por lo tanto en circunstancias extremas hay que llevar medidas extremas. Las medidas adoptadas las conocemos todos, confinamiento, cuarentena y la prohibición de cualquier actividad no esencial para la subsistencia, en resumen, un estado de emergencia. No hay nada que debatir respecto a esto, todo sea por proteger a los ciudadanos. 

En cuanto a las medidas económicas anunciadas por el gobierno hay que destacar que los 200.000 millones de euros (equivalente al 20% del PIB español en 2019) están orientadas a incentivar la economía por el lado de la demanda (aumento del gasto y endeudamiento público), en vez de hacerlo por el lado de la oferta, reduciendo las tasas y los pagos que las empresas y particulares tengan que llevar a cabo. Una vez más se comete el mismo error que en la crisis de 2008, incentivar la economía por el lado equivocado. 

Los efectos de la pandemia y unas políticas erráticas nos pueden llevar a un punto de insolvencia como país, España no tiene más capacidad de endeudamiento. Muchas empresas y pequeños autónomos cerraran sus negocios por lo tanto veremos una disminución de la tasa de salarización, muchos trabajadores serán despedidos o se llevarán a cabo ERTES (sobre todo temporales), lo que tendrá una repercusión en el aumento del Coste Laboral Unitario. Las rentas más bajas serán las que más se vean afectadas por esta crisis y sectores como el turismo (el motor de la economía española) se verá muy perjudicado. 

Estamos hablando de la situación de España, pero muchos países se encontrarán en la misma situación que el nuestro, sea el caso de Italia. Lo primordial es tomar medidas acertadas, pero lo más importante, lo más rápido posible. 

En conclusión, nos encontramos en una situación difícil, saldremos de ella pero se necesita el esfuerzo de todos y máxime de los representantes políticos que toman las decisiones del devenir de nuestro país. 

La doctrina del “Laissez Faire”.

El “Laissez Faire, Laissez passer” es una doctrina económica, social y política que promueve la libertad del individuo. En este caso solo vamos a tratar la que nos concierne, la económica, pero antes de hablar de que defiende en si dicha doctrina, vamos a conocer un poco de su historia. 

Esta teoría económica nace a mediados del siglo XVIII en pleno fervor de la Revolución Industrial, en esta revolución surgió la figura del que se considera el padre del “Libre Mercado”, Adam Smith. Smith desempeñó un papel fundamental en teorizar esta doctrina que defiende la no intervención del estado en la vida económica. Smith defendió que el estado no debía inferir en la economía para regularlos ya que existe una “Mano Invisible” que los regula solos, para Smith la intervención provocaba una injerencia al desarrollo económico y social de una nación. 

La expresión Laissez Faire se comenzó a utilizar en Francia en el mismo siglo para defender una economía de mercado sin obstáculos, fue utilizada por primera vez por Vicent de Gournay, un fisiócrata del siglo XVIII. 

En la actualidad el Laissez Faire en economía se utiliza para defender mercado libre, con bajos impuestos, con libertad de contratos, un mercado laboral libre, la eliminación de todo tipo de arancel, eliminación de privilegios económicos, libertad comercial, fomento de la competencia… entre muchas otras. 

Hoy en día no hay ninguna economía que se rija por la doctrina estrictamente, hay algunas que se acercan más que otras a las medidas defendidas pero en ninguna se da en su totalidad. 

Aún así ya hemos hablado aquí y los datos confirman que las economías libres son las que mejor funcionan, mientras que las intervenidas frenan su crecimiento, deberíamos tener esos factores en cuenta y quizás pensar que la mejora de nuestra economía reside en el “Laissez Faire, Laissez Passer”. 

El “exceso de regulación” un lastre para la economía.

Vivimos en una sociedad regida por unas normas comunes dadas entre todos, una serie de leyes que hacen que convivamos de una manera civilizada. Estas leyes están para cumplirlas y la persona que se las salta paga por ello. 

En economía también existen una serie de normas para dirigir el comportamiento de los mercados, transacciones, ventas, compras… Todo esto genera un marco jurídico extenso que tanto particulares como empresas deben conocer para llevar a cabo la actividad económica. 

Muchos pensarán, ¿Dónde reside el problema de que haya una normativa?. 

El problema no es que exista una normativa en sí, el problema reside en el exceso de esta, un exceso provoca que ante la cantidad de normas a conocer o a llevar a cabo, que los inversores no inviertan, los autónomos cierren sus negocios, las empresas contraten menos o produzcan menos cantidades, en resumidas cuentas, provocan fallos en el mercado. Lo curioso de todo esto, es que los burócratas que crean estas leyes “las hacen” para corregir esos fallos, sin darse cuenta que es ese exceso de control es el que provoca el fallo. 

Dicho esto, voy a poner como ejemplo como ha crecido las regulaciones en nuestro país, teniendo en cuenta las CCAA, los datos los he extraído de un articulo de Libremercado, escrito por  Diego Sánchez de la Cruz.

FUENTE: LIBREMERCADO

En el gráfico podemos observar cómo se han aumentado en el número de nuevas normas creadas en los últimos años por cada Comunidad Autónoma, las que más han creado son Navarra y Cataluña y las que menos Galicia y La Rioja. Pero yo no voy a entrar en esos detalles ya que están muy bien explicados en el artículo de Sánchez de la Cruz. Voy a hacer hincapié en el hecho de que las economías más dinámicas en estos últimos años en España, son varias de las CCAA que menos burocracia han añadido, sea el caso de Madrid, Murcia, Andalucía o La Rioja. Por el contrario las CCAA que más aumentaron sus normas, la economía experimentó un menor crecimiento, sea el caso de Cataluña.  

En este segundo gráfico tenemos el número de páginas de cada uno de los boletines oficiales de las Comunidades Autónomas, podemos ver la dificultad que tanta normativa genera a la economía, tantas páginas completas de normas y trabas, que hacen que un inversor o un autónomo se piense mucho las cosas antes de adentrarse en una nueva aventura. 

Un exceso de burocracia puede ser un lastre para la economía, frena su crecimiento y crea fallos en el mercado. La burocracia tiene que ser sencilla de entender y no excederse en las regulaciones, a mayor libertad, mayor crecimiento y por tanto este exceso no deja de ser una traba.  

¿Puede ser la competencia entre Comunidades Autónomas beneficiosa para el crecimiento de la economía?

En los últimos días hemos podido leer en medios de comunicación la confrontación que existe entre la patronal catalana y la madrileña. La catalana le pidió al gobierno de España que acabara con lo que ellos denominan el “paraíso fiscal” de la Comunidad de Madrid, a su vez, su homólogo madrileño se puso totalmente de frente sobre esta sugerencia. 

Para entender este suceso vamos a analizar la secuencia histórica del crecimiento del PIB de ambas regiones. Si nos situamos en un marco general del crecimiento del PIB por CCAA (Gráfico 1) se puede observar como la economía madrileña ha adelantado en los últimos años a la catalana, es decir, Cataluña ya no es la primera potencia económica por comunidades autónomas, lugar que ha ocupado históricamente. 

fuente: ine elaboración propia

Todo esta confrontación viene dada por las políticas económicas adoptadas en las diferentes CCAA. Desde hace años en Madrid se ha apostado por una política económica liberal y los resultados son claros, la región que más crece de España, más empleo crea y todo ello manteniendo sus servicios públicos, parece que en este caso el efecto Laffer está muy presente. En cambio, en Cataluña se está dando todo lo contrario, no se fomenta la inversión, las empresas se van y por tanto su crecimiento decrece año a año. 

La solución no reside en pedir que el gobierno central aumente la fiscalidad a Madrid o a otras comunidades que siguen sus pasos como se está pidiendo, la solución no es ni más ni menos que las comunidades autónomas compitan entre ellas, si a Madrid le ha ido bien, ¿Por qué tiene que ser diferente para el resto?

Las CCAA tienen competencias suficientes para llevar a cabo estos planes económicos, pueden bajar impuestos para atraer la inversión, para fomentar la creación de nuevas empresas, para ayudar a los exportadores a abaratar sus costes, en definitiva, crear más empleo y hacer un Estado de Bienestar más fuerte. 

Como ya comenté en un articulo anterior la comunidad de Madrid es un ejemplo a seguir para el resto de comunidades autónomas, sus políticas han tenido efecto y se ha convertido en el motor de crecimiento de la economía española, estaría bien que el resto de regiones dejasen de criticar lo que funciona y pensar un poco más en que es mejor para ellas. 

En definitiva, en España no necesitamos una Madrid, necesitamos 17, una por cada comunidad autónoma, necesitamos llevar a cabo políticas que nos ayuden a crecer y a ser más competitivos y no a ir como hasta ahora, por detrás de nuestros vecinos europeos.  

El empleo, una variable fundamental del crecimiento de la renta.

Cada mes o cada trimestre conocemos datos del empleo creado, del paro, del número de contratos firmados en dicho periodo, la evolución de estos factores, etc. Para la mayoría no dejan de ser datos que más o menos crean en nuestra cabeza una idea de cómo está o en que tendencia se mueve la economía de un país. Pero el empleo no es solo un dato, es un factor mucho más importante, un factor clave en la economía de nuestro país. 

Para calcular la renta de un país (PIB per cápita) tenemos que tener en cuenta dos factores la PT (productividad) y la PPO (Proporción de población ocupada), obtenemos por tanto que PIBpc=PTxPPO. Con esta fórmula podemos deducir por lógica que ante el incremento de ambas variables el PIBpc aumenta, que ante el incremento de una sola de las variables, manteniendo todo lo demás constate, incrementa también el PIBpc. Del mismo modo si disminuyen ambas o solo una se producen los efectos contrarios. 

Dicho esto, observamos como el empleo es un factor fundamental en el crecimiento de la renta de un país, pero paradójicamente lo es más aún en el caso de España.

TMMA (%)2007-20132013-2017
PIBpc Real-1,82,8
PT1,70,5
PO-3,42,3
GRÁFICO 1. ESPAÑA

Como se puede ver en el gráfico el factor que más peso tiene en España es la PO, el PIBpc se mueve en la tendencia que marca el empleo, el dato de la evolución de 2013-2017 evidencia cómo la recuperación fue gracias al empleo creado. Por otro lado se puede destacar el hecho de que la productividad se mueva en el sentido contrario, ante una disminución de empleo la PT aumenta (periodo 07-13) y ante un aumento de empleo la PT disminuye (periodo 13-17).

Pero en las economías europeas no funciona de la misma manera y para ello ponemos como ejemplo la economía de Alemania para el mismo periodo. 

TMMA (%)2007-20132013-2017
PIBpc Real0,71,2
PT-0,20,9
PO0,90,2
GRÁFICO 2. ALEMANIA

En la economía alemana el factor fundamental es la productividad de trabajo, como se puede ver en el periodo de recuperación el empleo apenas aumentó y fue la PT el factor determinante para el crecimiento de su economía, a su vez la desaceleración en el periodo de crisis se debió a la misma causa. 

Tras estos datos se deduce que España es un país que, a diferencia del resto de países del entorno, tiene como variable fundamental de crecimiento de la renta el empleo. Cada vez que sale una noticia o un dato negativo sobre esta variable deberíamos hacer una reflexión y pensar hacia donde estamos yendo. Al fin y al cabo repercute en todos nosotros, repercute en el Estado de Bienestar y si no se crea más empleo estamos condenados al fracaso y que se repitan una y otra vez los errores del pasado. 

El problema demográfico en España. Un reto de futuro que está ya muy presente.

El pago de las pensiones por parte del Estado es uno de los mayores retos económicos a los que nos enfrentamos. En la actualidad se debate si el modelo público de pensiones es sostenible o no, cómo se puede solucionar o cómo hemos llegado a esta situación. 

Una de las causas es la estructura demográfica del país, año tras años aumenta el número de jubilados y la población joven y en edad de trabajar cada vez es menor debido al descenso de la natalidad. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? 

Para entender el problema demográfico tenemos que situarnos unos 200 años atrás en el tiempo, momento en el que los países industrializados comienzan a escapar de la Trampa Malthusiana y comienza el cambio de sus regímenes demográficos. El cambio demográfico en estos países se hizo de manera progresiva, partían con unas tasas de mortalidad y de natalidad elevadas, dicho cambio fue evolucionando en dos etapas, una primera etapa en la que descendió la mortalidad pero la natalidad seguía siendo elevada y una segunda en la que ambas tasas comienzan a descender hasta situarse en el régimen demográfico actual que todos conocemos, un régimen con bajas tasas de mortalidad y natalidad. 

En el caso de España este cambio demográfico evolucionó de manera diferente, primero porque se produjo de una manera tardía ya que comenzó a mediados del siglo pasado y segundo porque las etapas de cambio fueron más cortas. Tenemos un claro ejemplo en el conocido como “Baby boom”, etapa en la que la natalidad era elevada y la mortalidad comenzaba a descender. Este cambio excesivamente rápido en nuestro país ha provocado que nos encontremos hoy con esta situación.

Este problema nos llevará a encontrarnos con futuras dificultades en el futuro como el descenso de la población activa o como hemos comenzado hablando, el mantenimiento de un sistema de pensiones como el que tenemos actualmente. 

La población debemos ser conscientes de la magnitud de esta empresa, nos encontramos ante un reto que va a dar mucho que hablar dentro de unos años, estamos a tiempo de abordarlo y buscar una solución.

¿Tenemos en España una carga fiscal óptima? Laffer, el gran desconocido.

Uno de los grandes temas a debate por los políticos cuando llegan las elecciones es sobre los impuestos. Unos defienden masivas subidas de impuestos para financiar el gasto público, mientras que otros defienden que la bajada de estos, beneficia e incentiva la economía. 

Se habla y se opina mucho de este tema, pero “casi siempre” pasa desapercibido o a algunos no les conviene explicar lo que en economía se conoce como “efecto Laffer”. 

La curva de Laffer representa la relación entre los ingresos derivados de los impuestos y sus tipos impositivos,  del mismo modo que la variación de la recaudación al cambiar el porcentaje del impuesto. 

Laffer desarrolla la teoría suponiendo que en una economía donde el tipo impositivo es del 0%, la recaudación será nula puesto que no se ingresa nada, y en el otro extremo, considera que si se establece un tipo del 100%, no habrá economía de la que cobrar impuestos, por lo tanto, la recaudación será también nula. Una vez hallados los dos extremos, suponemos un crecimiento inicial de la recaudación hasta un máximo (punto de equilibrio) donde comenzará a decrecer los ingresos ante el aumento de la carga impositiva. 

Ese punto de equilibrio es la tasa impositiva óptima, donde se recaudarán más impuestos. 

Explicado en qué consiste la curva de Laffer y sus efectos, nos preguntamos, ¿Tenemos en España una carga fiscal óptima?

España siempre se ha caracterizado por ser un país con una importante carga fiscal tanto para los ciudadanos como para las empresas. En España se paga IRPF, IBI, IVA, Sociedades, Sucesiones y donaciones, Patrimonio, impuesto de circulación, IP, entre otros muchos.

Teniendo en cuenta datos de 2018, España tuvo una presión fiscal del 34,2% sobre el PIB y recaudó 8.561€ per capita. Este montante nos puede parecer escaso, pero comparándolo con otros países podemos observar que no es así.  Reino Unido, con un porcentaje parecido al nuestro (35,3%) recauda casi unos 4.000€ más per capita que España (12.405€). Otro ejemplo esclarecedor de impuestos bajos es Irlanda, con una tasa impositiva sobre el PIB del 23,3% recauda 14.195€ per capita, unos 6.000€ más por persona con 11 puntos menos de impuestos. 

Una idea que podemos extraer es que en España hay margen para bajar los impuestos, deberíamos seguir el ejemplo irlandés, cargas impositivas bajas que generan más actividad económica y por lo tanto una mayor recaudación.  

Laffer y su curva tenían razón, toda carga impositiva de un país tiene su óptimo, ahora toca trabajar para encontrar el nuestro. 

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