La exclusión financiera.

La exclusión financiera es una manera de medir la exclusión social. Antes de la crisis esta exclusión convergía dado por los procesos tecnológicos que acercaban la industria financiera a la población y al marco macroeconómico de crecimiento y aumento de la renta. Tras la crisis este proceso cambió de rumbo y comenzó a divergir. En el artículo se van a tratar dos apartados, una taxonomía de los tipos de exclusión financiera y una evaluación de cómo se encuentra en Europa y España.

La taxonomía de los tipos de exclusión financiera es incapacidad para acceder a los servicios financieros necesarios de una forma apropiada, ya sea por razones de precio, requisitos de acceso, escasez de oferta, discriminación social o autoexclusión. Hay cinco tipos:

  1. Exclusión en el acceso
  2. Exclusión por las condiciones
  3. Exclusión por el precio
  4. Exclusión en marketing
  5. Autoexclusión

La consecuencia de estos fenómenos es muy preocupante en la actualidad, supone un problema que los pagos no se realicen cada vez más a través de una cuenta bancaria o u a tarjeta, no tener capacidad para acceder a crédito y que las familias no ahorren. 

Un estudio de Global Findex del Banco Mundial trata la desigualdad del acceso en los diferentes países, teniendo en cuenta para ello al 20% más rico y el 20% más pobre de la población. El resultado de este estudio revela que en los países de rentas altas no existe desigualdad, al tener el mismo acceso tanto los más ricos como los más pobres y que la desigualdad se encuentra en los países más pobres. 

A su vez el banco mundial en este artículo destaca que se está avanzando hacia la inclusión, pero que no es total, y que esta debe ser fomentada por iniciativas tanto privadas como públicas para lograr un acceso total de la población. 

En cuanto a la exclusión en Europa y en España hay que destacar que los niveles son bajos pero que tras la crisis estos crecieron. En el caso de España el porcentaje de personas sin acceso se estima del 7% de la población. Hay que remarcar que este porcentaje se debe en su mayor parte a causas como el envejecimiento y los desequilibrios tecnológicos. La crisis ha presentado dificultades para la obtención de crédito. 

En conclusión, el concepto de exclusión financiera es dinámico en sí, a escala global se ha progresado en las acciones tendentes a promocionar la inclusión financiera, el papel de la distancia como factor de exclusión se ha reducido de forma muy importante, en Europa se observa un acceso elevado en lo que se refiere a cuentas bancarias y existe un margen significativo para la aumentar la inclusión financiera en Europa. 

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