Uno de los grandes temas a debate por los políticos cuando llegan las elecciones es sobre los impuestos. Unos defienden masivas subidas de impuestos para financiar el gasto público, mientras que otros defienden que la bajada de estos, beneficia e incentiva la economía.
Se habla y se opina mucho de este tema, pero “casi siempre” pasa desapercibido o a algunos no les conviene explicar lo que en economía se conoce como “efecto Laffer”.
La curva de Laffer representa la relación entre los ingresos derivados de los impuestos y sus tipos impositivos, del mismo modo que la variación de la recaudación al cambiar el porcentaje del impuesto.
Laffer desarrolla la teoría suponiendo que en una economía donde el tipo impositivo es del 0%, la recaudación será nula puesto que no se ingresa nada, y en el otro extremo, considera que si se establece un tipo del 100%, no habrá economía de la que cobrar impuestos, por lo tanto, la recaudación será también nula. Una vez hallados los dos extremos, suponemos un crecimiento inicial de la recaudación hasta un máximo (punto de equilibrio) donde comenzará a decrecer los ingresos ante el aumento de la carga impositiva.
Ese punto de equilibrio es la tasa impositiva óptima, donde se recaudarán más impuestos.
Explicado en qué consiste la curva de Laffer y sus efectos, nos preguntamos, ¿Tenemos en España una carga fiscal óptima?
España siempre se ha caracterizado por ser un país con una importante carga fiscal tanto para los ciudadanos como para las empresas. En España se paga IRPF, IBI, IVA, Sociedades, Sucesiones y donaciones, Patrimonio, impuesto de circulación, IP, entre otros muchos.
Teniendo en cuenta datos de 2018, España tuvo una presión fiscal del 34,2% sobre el PIB y recaudó 8.561€ per capita. Este montante nos puede parecer escaso, pero comparándolo con otros países podemos observar que no es así. Reino Unido, con un porcentaje parecido al nuestro (35,3%) recauda casi unos 4.000€ más per capita que España (12.405€). Otro ejemplo esclarecedor de impuestos bajos es Irlanda, con una tasa impositiva sobre el PIB del 23,3% recauda 14.195€ per capita, unos 6.000€ más por persona con 11 puntos menos de impuestos.
Una idea que podemos extraer es que en España hay margen para bajar los impuestos, deberíamos seguir el ejemplo irlandés, cargas impositivas bajas que generan más actividad económica y por lo tanto una mayor recaudación.
Laffer y su curva tenían razón, toda carga impositiva de un país tiene su óptimo, ahora toca trabajar para encontrar el nuestro.